Hoy se reanudan las obras de abastecimiento que ejecuta Emasesa en la Plaza del Derribo y la calle Herrero en el tramo afectado por el hallazgo casual de restos arqueológicos.

Así lo ha explicado la portavoz municipal, María José Borge, que ha puntualizado que “la intervención se retomará en presencia de una dirección arqueológica autorizada por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía. Además, el Ayuntamiento estará muy pendiente de la obra y de todas las iniciativas que se interpongan respecto a ella”.

Borge ha aprovechado esta ocasión para aclarar que “la obra no ha estado paralizada, sino que la actividad se interrumpió en ese tramo debido al hallazgo, pero siempre ha continuado con trabajos por otros zonas".

El Equipo de Gobierno de Alcalá de Guadaíra ha informado que  en cuanto a los hallazgos de restos óseos humanos aparecidos en las obras de saneamiento que acomete Emasesa en la Plaza del Derribo “se han seguido todos los protocolos exigibles como marcan las leyes al respecto". 

Ante cualquier duda de la ciudadanía el Consistorio puntualiza que: 

• Las obras se acometen en la Plaza del Derribo con todo el proceso según la normativa vigente y aunque esté junto a la Iglesia de Santiago esto no compete intervención distinta porque la Iglesia de Santiago no se halla inscrita en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, ni es Bien de Interés Cultural, por lo que no rigen las previsiones contenidas en la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía respecto a dichos bienes ni las obras realizadas en su entorno. Esto puede comprobarse mediante una simple consulta electrónica al Catálogo.
• En segundo lugar, el área de calle Herrero y Plaza del Derribo no presentan cautela arqueológica, por lo que no es preceptiva la realización de actividades arqueológicas en obras como las actualmente en curso.
• En tercer lugar, las obras han experimentado una paralización temporal completamente normal en el caso de hallazgos arqueológicos casuales, dentro del procedimiento legalmente previsto, que ha sido escrupulosamente respetado por todos los agentes intervinientes: promotora (Emasesa), constructora (Martín Casillas) y Administraciones competentes (Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Alcalá). 

No obstante, el Ayuntamiento es conocedor de que ha habido intrusión en la obra por parte de personal no autorizado que ha realizado recogida de restos óseos sin la pertinente autorización administrativa, y sin dar la notificación legalmente prevista a las Administraciones competentes. Todo ello contraviniendo tanto la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía como el Reglamento de Actividades Arqueológicas. Hay que señalar en este sentido que hasta la fecha estos restos se encuentran en paradero desconocido, no habiendo sido depositados en ninguna institución ni organismo competente. El Gobierno Local ha condenado esta acción y seguirá con las administraciones pertinentes el proceso de investigación de los hechos.

Actualmente, las obras se encuentran puntualmente paralizadas a la espera de realizar los oportunos trámites administrativos que permitan la supervisión técnica de los trabajos pendientes, con el objetivo de asegurar la protección de los restos no afectados que pudiesen localizarse en el transcurso de los trabajos. Una vez retomadas las obras con la adecuada supervisión técnica, no se prevén mayores retrasos que los derivados de la documentación de los restos que pudiesen aparecer en las zonas no intervenidas.

Historia

Respecto a la interpretación de los hallazgos, hay que recordar que en el entorno de la iglesia de Santiago se localizaba el cementerio parroquial en los inicios de la Edad Moderna (ss. XV/XVI), momento al que posiblemente pertenezcan los restos aparecidos. No obstante, este cementerio sería amortizado durante los siglos siguientes debido al crecimiento urbano de Alcalá fuera de las murallas del Cerro del Castillo, e incluso se documentan diversas dependencias del Concejo de Alcalá, tiendas y escribanías en las “gradas de Santiago”. Toda esta zona experimentó una gran transformación a comienzos del siglo XX, con el derribo de la manzana que hoy forma la plaza (de ahí su nombre), así como con diversas obras de infraestructura realizadas durante el siglo pasado, algunas de las cuales son visibles precisamente en el trazado de las obras actualmente en curso.