El Museo dedica su última pieza del mes al gran Paco Cuadrado. El Ayuntamiento cuenta con varias obras del artista sevillano en la Colección Municipal y es esta la elegida para despedir un año en el que hemos dicho adiós a otros grandes de la pintura como Joaquín Sáenz, o Félix de Cárdenas, del que se acaba de cumplir un año desde su pérdida.

PACO CUADRADO

Sevilla, 1939.

“El tío José”

Linóleo, 38 x 25 cm.

Colección Municipal de Grabados

Paco Cuadrado nace en Sevilla en 1939. Entre 1950 y 1960 se forma en las Escuelas de Artes y Oficios y Superior de Bellas Artes de Sevilla.

En 1980 es nombrado “Sevillano del año” en Artes Plásticas por Radio Sevilla, de la Cadena Ser. A lo largo de su carrera ha recibido importantes reconocimientos como el Premio FOCUS en 1987 por la colección de grabados “12 Espadañas de Sevilla” o el Premio de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla.

Su obra ha viajado a colecciones particulares de España, Inglaterra, América y Canadá. Sus datos y logros se recogen en multitud de publicaciones como “Historia del Arte en Andalucía” /Gever/, “El grabado en España, ss. XIX- XX /Espasa Calpe/ o “Sevilla, ayer y hoy”, /Edisur/.

En el Museo realizamos una exposición de Paco Cuadrado en mayo de 2008, exposición que llevó por título “GRABADOS DE LA ESTAMPA POPULAR”, que recogía una selección de obras realizados entre 1960 y 1978 y en cuyo catálogo encontramos este precioso texto en el que rememoraba su vínculo con nuestra ciudad.

RECUERDO DE MIS AÑOS EN ALCALÁ DE GUADAÍRA

 “Es la primera vez que hago una exposición en Alcalá, aunque desde muy joven mi vida ha estado ligada a este hermoso pueblo andaluz. En mis primeros años de juventud, allá por los 50, realicé continuas excursiones a los Pinares de Oromana y alguna que otra vez, después de una noche de feria, terminábamos en sus pinares a la intemperie. Por la mañana nos bañábamos en el río, limpio y transparente, dábamos un paseo en barca y hasta bebíamos agua para aliviar la resaca. Ya de estudiante, en la Escuela Superior de Bellas Artes, también la frecuentaba para dibujar sus paisajes; era uno más de tantos pintores que ha tenido a Alcalá como modelo.

 En 1961, el pintor Paco Cortijo, casado con Mª. Dolores, también pintora y con dos hijas, alquila una casa en la calle Marea 4. Desde ese momento la casa va a ser una referencia muy importante en mi vida. Nada más terminar el servicio militar, me fui a vivir con la familia Cortijo; allí pasé un año entero pintando y dibujando, las primeras fotos de cuadros que conservo son de esa época.

 En esa casa conocí al “Niño Zarza” –así recuerdo su nombre- que nos servía de modelo a los dos. Era un hombre muy quieto, callado, que posaba muy bien. Uno de mis cuadros lo titulé “El abuelo con la pelliza de otro”; otro “Célula de campesinos leyendo”.

 El año 1962 fue muy intenso. En el corral de la casa montamos un horno de cerámica hecho como los primitivos, de barro y boñiga de vaca. Funcionaba con leña y, para que el humo no molestara ni llamara la atención, lo encendíamos por la noche. Era como una panadería más de las muchas que entonces tenía Alcalá.

 Fue una experiencia muy interesante, de la que aún conservo algunos cacharros. En casa de Cortijo también me encontré a “Frascuelo”, una persona muy conocida por entonces en Alcalá. Fue modelo de otro pintor ya fallecido, Baldomero Romero Ressendi. A Frascuelo lo recuerdo como una persona muy trabajadora y divertida. Recientemente que informaron de que había fallecido.

 En 1963 instalé mi primer estudio en el lavadero de la casa de mis padres y en la azotea realicé mi primera exposición de pintura. Conocí a Mari Paz, nos casamos en 1965 y, como no podía ser de otra forma, nos fuimos a vivir a la calle Marea 4, la que antes fuera casa de la familia Cortijo – que se habían mudado a vivir a Madrid- y donde me inicié como pintor.  Es decir, que tres años después retorno a esa casa- estudio ya como propia (aunque en régimen de alquiler), donde vivimos hasta 1968, años en el que tuvimos que exiliarnos. Pero eso ya es otra historia.

 Por esas vivencias tan fuertes, Alcalá ha estado dentro de mi piel. Con la casa de la calle Marea 4 he soñado muchos años; fue el estudio donde realicé mis primeros cuadros, mi primer hogar independiente, mis primeros años de amor y felicidad.

 Recuerdo que en esa casa que desde 1968 no he vuelto a ver hasta hace poco; muy blanca por fuera y por dentro, grande, con muchas habitaciones, con patio, con pozo, azotea, chimenea, corral y un soberao con suelo de madera. Las puertas las puso Cortijo todas de cuarterones; a la entrada, una campana que me hacía recordar el silencio de los  conventos de clausura”.

 Quiero terminar agradeciendo al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra la ocasión que me ha brindado para presentar ahora la obra de Grabados sobre lonóleum, del periodo “La Estampa Popular”, que muestra un recorrido muy importante en mi vida como grabador.”

Texto de Paco Cuadrado

"Grabados de la Estampa Popular. 1960- 1978"

Museo de Alcalá de Guadaíra, 2008.

 

 

 

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